Así me paso contigo. Un día cruzamos alguna palabra, comentando una broma, algún tema que a ambos interesaba o simplemente fue un "hola", después fue un "cómo estás", para terminar en un "cuídate" y un "te quiero". Y poco a poco te fuiste metiendo más y más en mi pensamiento hasta convertirte en una diaria necesidad. Ese primer saludo que creció y que después en una larga charla se convirtió, ahora es parte de mi rutina diaria.
Ese saludo que comenzó una amistad después se volvió cariño y más tarde en amor profundo.
Así de repente tú llegaste a cambiar todo, porque ahora el sol que antes molestaba al despertar brilla con un fulgor especial y agradezco cada día que puedo verlo porque sé que con él viene una nueva oportunidad para poder contigo hablar.
Ahora la rutina no se hace pesada porque sé que en mi jornada un espacio tendré que hacer para algo bonito poderte mandar.
Porque ahora me ilusiona oír tu voz en una llamada, por que tengo esa intención de en algún momento mirarte de frente y poderte decir lo mucho que te quiero y las ganas que acumulo de amarte.
Porque ese abrazo que a ti mando cada día es con toda intención que de mí en tu jornada no te olvides y para mantener la esperanza de tu mano poder tomar, tu boca besar y perderme en esos ojos tuyos que me hacen soñar.
Ahora mis noches ya no son de insomnio, ahora son de sueños contigo, caminando en ese campo de flores en dirección a la casita que tanto deseas en esa colina.
Mis sueños ahora contemplan un futuro a tu lado, un futuro viéndote feliz, escuchándote reír, mirando tus ojos ilusionados y sintiendo tu corazón latir junto a mí.
Sé que es mucho pedir, pero así es cómo me has cambiado, así es cómo has hecho mi corazón de nuevo latir, porque de ti profundamente me he enamorado, porque a nadie como tú, jamás he conocido.
Y si estoy soñando déjame seguirlo haciendo. No me despiertes de este bello sueño que tú me has provocado.