Claro que todo esto pasa en mi mente, claro que sólo es un sueño. Pero, ¿te imaginas que bonito sería si fuera realidad?, tenerte cerca, poder tocarte, abrazarte, besarte, tomarte se la mano, caminar por un prado recién regado, oler ese aroma a yerba húmeda combinado con el dulce aroma de tu perfume. Seguramente encontraríamos algún perrito caminando solo y te detendrías a acariciarlo y mimarlo un momento.
Me sigo imaginando, tú y yo paseando en una tarde calurosa, nos detenemos a tomar un helado, cada uno escoge su sabor favorito, pero tú te acercas al mío y distrayéndome para que mire a otro lado pruebas el mío. En tu labio queda residuo de tu travesura y yo me acerco para quitártelo con un beso o tal vez dos.
Más al atardecer te llevo a casa, nos instalamos en el sofá y hacemos como que vemos una película, pero en realidad es un pretexto para mantenernos abrazados. Empiezo a oler tu cabello, te tomo firmemente entre mis brazos y comienzo a besar tu cuello, tú cierras los ojos y echas tu cabeza hacia atrás. Mis manos te empiezan a acariciar. Tomas mi cabeza entre tus manos y no permites que la separe de tu cuello y poco a poco la vas deslizando hacia tus pechos, ahí justamente donde mis manos ya llevan un rato trabajando por debajo de tu blusa. Hago a un lado lo que me estorba pongo mi atención en esos turgentes pechos y me enfoco en esa área que tanto te gusta acariciar y que tanto te excita que lo haga. Los tomo por completo, los acaricio, los beso, los chupo y nos seguimos acariciando uno al otro hasta que... después de un rato caemos en el acto mas bello de la pasión, terminamos fundiendo nuestros cuerpos amándonos uno al otro hasta quedar rendidos, hasta quedar agotados, hasta quedarnos dormidos, abrazados sintiendo nuestra piel desnuda, sintiendo amor.
Buenos días mi vida, mi bella dama.
15 Febrero 2019
15 Febrero 2019 Tu recuerdo viene a mi |