Mi mente vuela y entre nubes te imagino, sonriendo feliz por lo bueno que has vivido. Aunque en ocasiones también molesta te veo o llorando por tanta maldad que a diario se ve; por personas sin escrúpulos que hacen lo que tanto detestas y es en ese momento cuando más cerca de ti quisiera estar, para poder aliviar cada pena que te agobia y secar de tu rostros cada lágrima que de tus ojos brote.
De hecho a toda hora quisiera estar contigo y vivir de cerca ese momento en el que el sol comienza a iluminarte, tomar el café contigo y a cada labor tuya ayudarte. Disfrutar el placer de acompañarte por la calle o el de sentados en una banca del parque platicar. Conocer a detalle lo que tienes a futuro pensado y ayudarte a que ese sueño tuyo se haga realidad.
Imagino tantas cosas,… por eso amo la noche, porque ese es el momento en el que mas real a mi mente vienes, es el momento en el que contigo puedo soñar y verte claramente, en el que te puedo tocar, en el que escucho tu risa y en el que una lágrima tuya puedo guardar. Me gusta la noche, pero sólo si acompañado de ti estoy, sólo si es el momento en el que puedo tocar tu cuerpo, tu mano, tu cuello, tu cabello o tu espalda junto a mi pecho. Con eso soy feliz con ese sueño que provocas en mí. Con un poco de cariño que me haces sentir, en cada sonrisa y cada palabra dedicada, simplemente con que digas que te acuerdas de mi.
Sí, lo sé, es solo un sueño que de realidad nada tiene, pero quizá para mi, el soñar contigo y mantener la ilusión de conocerte, es la única manera de no volver a ser la persona odiosa y detestable que antes era.