Vienes a mi mente a cada minuto.
Estas presente en mi día 24 horas.
Y no lo puedo evitar.
Y no lo quiero evitar.
Te has convertido en mi primer pensamiento de la mañana.
Siempre eres el último pensamiento de mi noche.
Mi sueño está impregnado de tu presencia.
Y mi imaginación te tiene secuestrada.
Te veo en cada flor.
Te escucho en cada murmullo de la naturaleza.
Te siento en cada rose del viento.
Y un aroma dulcemente desconocido inunda mis sentidos y estoy seguro que es el tuyo.
Estas presente en mi mente en cada momento y no lo quiero evitar.
Quiero seguir imaginando la dulzura de tu mirada, la tersura de tus labios, el candor de tu sonrisa y el canto de tu voz.
Te quiero seguir imaginando cerca y que mi piel se siga erizando con cada una de tus palabras dedicadas a mi.
Estas presente en mi día a día.
Y no lo voy a evitar.
Porque quiero seguir vivo.
Y mi vida eres tú.