No tengo sueño, el día, aunque agitado, no me ha cansado lo suficiente para rendirme a esta hora.
Entrecierro los ojos y a mi mente viene un recuerdo, un recuerdo que susurra a mi oído tu nombre y me habla de la dulzura de tu trato, de la belleza de tu corazón, del encanto de tu sonrisa y lo fuerte de tu pasión.
Me dice de cómo tus curvas lograron enamorarme, sobre todo esa que en tus labios se forma al reír, esa curva que te combina con todo pues hace resaltar entre la multitud tu rostro.
Me sigue contando de tus ojos tan expresivos, de como se mojan con lágrimas del más triste recuerdo o se tornan alegres de ver a los que quieres, con felicidad en su corazón.
Me dice que tu pecho alberga un bello y noble corazón, y que cada día se ensancha más ese corazón, por todo el amor acumulado de los que alguna vez has ayudado y que en ti una huella en el alma han dejado.
Ese recuerdo que de ti me habla, te describe perfecta de pies a cabeza y no me permite otra cosa; solo sé que tú eres mujer de enorme nobleza, que cariño y amor en ti hay para repartir a quien entrar en tu corazón pueda conseguir.
Así me quedé dormido, con tu imagen en mi mente y no quisiera despertar, pues sé que al hacerlo, tú ya te habrás ido.
No quiero despertar de este hermoso sueño, pues soñé cosas muy bonitas y no lo hago muy seguido. No me quiero despertar, porque compartí un espacio contigo. Y para que no te vayas nunca, prefiero por siempre seguir dormido.
08 Julio 2019
08 Julio 2019 Un susurro me habló de ti |